lunes, 1 de diciembre de 2008

Contra el espanto

Así eras, una ternura,
sí, con apellido.
Como todo lo que sufre y crea.
Pero no, no tenías/tenés permiso para sufrir.
¿Y qué?
(aquí empezó a dolerles el huesito).
Posiblemente existas de ese modo, pálido, flaco.
Ya que no quiero que tu piel se marchite,
que tu risa caiga a pedazos,
que tu sangre se hunda para siempre.
¡No! Y como duele...
¿Quién se ha muerto? ¡Mentira!
Y me detengo.
Déjame un poco de este maldito gozo.

Feliz, solitario y final


Las últimas producciones del año, algunas de los cuales están acá cerca publicadas bajo la etiqueta "novela", persiguieron el mayor grado de independencia que pudiera lograrse en el comentario literario a través de la resignificación del trabajo del año.

En el primer trimestre, se había aprendido a elaborar una hipótesis de lectura personal y defenderla con un recorrido propio sobre el texto y algunas pocas herramientas de análisis más formal, muy acotadas, que -claro- fueron señaladas y elegidas por mí, como aquel capital técnico del que podrían disponer. En el segundo trimetre se incorporó, por el contrario, una exigencia mayor en la aplicación de instrumentos teóricos como filtro de la lectura y en su descripción: lo que se elegía era un modo de leer esa teoría, unos segmentos más significativos. Si bien el marco general fue aportado por mí, a través de bibliografía original aportada, l@s alumn@s seleccionaron los conceptos que les eran más significativos y aportaron sus propias fuentes.

En este tramo de cierre, por fin, trabajamos con una lectura extensa, una novela que cada alumno/a eligió dentro de una propuesta muy diversa. La novela se leyó en casa, aunque se comentaron en clase los motivos que iban guiando la elección. Mientras esta lectura sucedía "en soledad", en clase se analizaron cuentos que iban presentando los problemas que la ruptura en la narrativa del siglo XX había presentado a los modelos descriptivos de la narratología (ya conocidos por l@s alumn@s de sus estudios durante el ciclo básico) y obligado a la imaginación de unos nuevos.

El trabajo con estos relatos breves pretendió no "demostrar" la pertinencia de los nuevos marcos teóricos sino plantear problemas que no eran de fácil resolución por la pura y simple aplicación de categorías descriptivas. "Viaje a la semilla" de Alejo Carpentier para pensar el tema del tiempo, que no puede explicarse en este relato suscintamente como una retrospección. "Pierre Menard: autor del Quijote" de Jorge Luis Borges, para pensar el problema de la ficción, ya no referido exclusivamente al "contenido" de las obras, sino también a su construcción discursiva. Relatos breves de Julio Cortázar que pusieron en primer plano la cuestión de la voz y la focalización (puntos de vista en la narración que no pueden describirse de una sola vez para todo el relato, como el de "Cortísimo metraje") y la presentación del concepto de "obra abierta" (habíamos ya leído "El lector modelo" de Lector in fabula de Umberto Eco) y la comprensión -legitimación- de la posición de lector que supone.

La primera producción sobre la novela fue realizada al calor de su lectura y consistió en un diario personal para mantener registro más inmediato de ese proceso. Luego, en clase, se compartieron, por medio de estos "documentos de lectura", las impresiones iniciales, con l@s compañer@s que habían leído diferentes novelas. Este contraste permitía encontrar lo particular de la propia elección (cada alumno/a decidió que nivel formal había sido más significativo en su lectura, qué le convenía analizar para dar mejor cuenta de su mirada sobre el texto). Más tarde, se hizo lo mismo entre quienes habían leído la misma obra, para identificar lo propio de la interpretación, los sentidos más personales.

Esto permitió identificar, en el primer caso, las características formales que distinguían de otras a la obra leída y en el segundo, el modo de leer esas marcas diferente en cada uno/a de l@s lectores. De cada una de estas instancias resultaban unas notas. Por el montaje de ellas, como en la edición de un film, se buscó -y casi siempre se encontró- una escritura que expusiera las conclusiones de ese recorrido investigativo. Más ajustadas a lo formal unas, más personales otras, todas ellas son los modos de capitalizar de manera integral un año de trabajo.