jueves, 28 de agosto de 2008

No la verdad no

de un examen...

No como el héroe trágico de hierro; no como el héroe pulcro de mente; no como el Nereo carente de maldad; no como el héroe inconciente que espera lo correcto de sus actos; no como el héroe que ignora, que se rinde por su cerebro inmacuado; no como el héroe que desconoce los riesgos y consecuencias que asume; no como el héroe poderoso, brillante, alto.

Sí, heroico este nuevo héroe tan suicida como surrealista. Tan porfiado como conciente. Tan persona.

Sí, como el héroe que tiene pechos de mujer y que se arroja al quiebre sabiéndose; sí, como el héroe que baila la danza del Martirio bajo la luz de la luna. Bajo una luna que no abarca ningún brillante, poder, reconocimiento, grandeza o cuerpo y mente pura.

Sí, como el héroe que evoluciona

Sino para sí

Sí, no para

Sino para sí

Si no para, si...

Leoparda no espera perder, y como sus habitantes, no tiene soluciones posibles que satisfagan completamente. Leoparda niega adrede, flotando sobre la libertad trágica que todavía envuelve. No espera consecuencias.

Moralmente execrables o no, angustia el dolor de los personajes, su estrangulación humana. No deja de arder.

Los personajes tienen nombres, sus deseos también llevan título. Sus estados de ánimo los ciegan y les corrompen la posibilidad de elegir correctamente (haciendo referencia al concepto de Hybris). No dejan de elegir, pero sus elecciones se limitan sucias opciones en alguna de sus aristas.

Palabra sobre palabra, en espacio intermedio que contiene lo que no se dice pero es la medida de cada palabra imaginada.

En un contexto preciosamente surrealista, Lorca da paso a la libre asociación, para que de esas palabras se tome cada una como elemento de otra. No nos encontramos frente a una metáfora, sino frente a una metonimia (un sintagma sumado a una metáfora).

Adela dice: “Las cosas significan siempre lo mismo”. Bien, y abarcan, y conectan, y arman, y desarman. Y vuelven.

No existe la comparación, sino la lectura de signos como otros distintos (así como sucede con el mar y la luna).

Martina Mainardi

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