jueves, 19 de julio de 2007

Por qué somos todos panzones

¿Cuál es el momento de transformación? ¿Cuál es la necesidad de esa transformación?

Creo que el zeligsmo se apoderó de la raza humana. Y de mí terriblemente.
Es que… sin darme cuenta casi me convierto en algo que no soy ni me interesa ser. Tanto cuesta seguir estando cuerdos cuando no acordamos ni estamos cómodos con el contexto.

¿A Sancho le pasará lo mismo? No lo sé, porque nadie cuenta nada sobre este personaje. ¿Se sentirá disminuido ante la excelente locura del Quijote? Qué lindo sería charlar un rato con él. Quizás seamos, el uno del otro, la solución a nuestro problema de transformaciones .Y a Zelig, claro que también lo invitaríamos.

¿Estaba Sancho bien de la cabeza? Definitivamente no. No cualquier persona, aunque sea panzón y pertenezca a un siglo lejano, seguiría a un loco por una mujer utópica.

Don Quijote de la Mancha es una historia de locos. Con un personaje que ha leído demasiado, y el otro demasiado poco. Con un loco confianzudo y el otro, que posiblemente necesite volver a encontrarse consigo mismo. Como yo a veces.

Yo a Sancho Panza lo quiero, pero a veces me gustaría ser más una loca librera, que una loca en eterna transformación.

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