martes, 17 de julio de 2007

En el principio fue Edipo

Este año 2007, el programa de literatura propone como objeto de reflexión "los clásicos". Eso quiere decir justamente que no sabemos qué son y nos lo preguntamos: ¿por qué perduran algunas obras y no otras?, ¿qué las hace perdurar?, ¿quiénes son responsables de que perduren?, ¿en qué formas perduran o cuáles son las consecuencias de su permanencia entre nosotr@s?, ¿qué perdura de esas obras, además de ellas, más allá de ellas, por medio de ellas?

... Tal vez deberíamos admitir la falta de regularidades y preguntar más específicamente qué hizo perdurar a cada una en ese momento en el que pudo haber sido olvidada... Total, tampoco eso terminaremos de responderlo. Y la verdad es que han tenido por lo menos suerte: han superado incendios desde Alejandría hasta Inquisiciones varias, han superado la negación, el horror, la falta de pasión y aquí están. O nosotr@s entre ellas; cual destinadas, preferidas de los hados, todo indica que nos sobrevivirán.

Nuestras palabras se conocieron mutuamente con motivo de Edipo Rey, como no podía ser de otro modo. Lo leímos, lo releímos, le elegimos las frases que más nos gustaban como para impresionar e impresionarnos, pensamos su contexto político, a qué ser un rey se refería esta obra, comenzamos a ubicarnos históricamente en relación con el inicio del teatro como tantas cosas en la Grecia Antigua. Fuimos volviendo de a poco al texto, por momentos reproducido y actualizado con una extraña fidelidad en la película de Pier Paolo Pasolini.

Después, Antígona y otras escrituras: nos prestamos preguntas para volver al texto y pensar a los personajes, o mejor dicho, a nosotr@s en su lugar. ¿Cuánto nos dicen de nosotr@s mismos? ¿Cuánta distancia nos separa de ell@s? ¿Cuánto nos conocía Sófocles? ¿Hay algo esencial en la condición humana que nos permite ser comprendid@s por Sófocles? ¿Será que les hacemos decir a sus obras lo que necesitamos decirnos? Pero entonces, ¿los textos pueden decir todo lo mismo que nada? ¿Y no es, acaso, lo que ocurre cuando no entendemos las formas de arte con las que otras personas se emocionan?
Entonces, ¿la cuestión de la perdurabilidad de los clásicos no es solo una cuestión diacrónica...? Ops.

Las entradas de nuestro blog dan cuenta del trabajo que produjimos y producimos malentretenid@s en lugar de responder a tan importantes preguntas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes razón, pero no implica que no la tenga otra persona acerca de su visión de literatura. Yo optaría más por los carácteres de Eurípides que los de Sófocles. Si se pudiera describir con palabras, diría que son mucho más profundos. Entre la ilíada y la Enéida eligiría la de Virigilo, razones de más. En cuanto a Edipo Rey se tiene un mal concepto de ser una persona exelente, con arté, cuando se muestra más su amartía que sus propias virtudes. Está bien liberó a ese pueblo de la esfinge, y por lo cual debe portarse como un héroe. Pero la hibris de Edipo, no lo muestra como un rey con areté. Si no más bien con amartía. (claro, en esto interviene la moira, y para sófocles el hombre es inexorable frente al destino.) Pero no obstante Edipo no supera en tanto prudencia de creonte, y virtud de Tirearsias. En ese caso, perfería más las tragedias de Eurípiedes, y por qué no, sus carácteres femeninos. las trollayas y hécuba son buenas obras de eurípides. Los carácteres ya no están bajo el mandato de la moira, sino entre la fortuna, y su deciciones. Si una person yerra no es por su destino, sino por sus acciones...
En fin... no quería hablar de eso. y terminé hablando de otra cosa. La literatura como se conoce nace a partir de un canon. sin ese canon, no hubiera una justificación tal de qué es lo literario o no lo es. No obstante eso no implica que personalmente se pueda considerar algo como literatura, algo mejor que aquello o que lo otro. El canon no itene influjo en el nivel del habla. Si te gusta aquella obra, bien, pero si quieres hablar de literatura en mayuscuas debes pasar con el canon. que dicho corpus sea tan voluble en el tiempo y tiene relaciones de hegemonía y díasporas, eso otra cosa. También la literatura no es algo que se impone, y se tiene derecho por tomar lo que se aprecia mas de ella...
saludos