lunes, 30 de junio de 2008

Romances históricos

Thamar y Amnón

Para Alfonso García-Valdecasas.

La luna gira en el cielo
sobre las sierras sin agua
mientras el verano siembra
rumores de tigre y llama.
Por encima de los techos
nervios de metal sonaban.
Aire rizado venía
con los balidos de lana.
La sierra se ofrece llena
de heridas cicatrizadas,
o estremecida de agudos
cauterios de luces blancas.

Thamar estaba soñando
pájaros en su garganta
al son de panderos fríos
y cítaras enlunadas.
Su desnudo en el alero,
agudo norte de palma,
pide copos a su vientre
y granizo a sus espaldas.
Thamar estaba cantando
desnuda por la terraza.
Alrededor de sus pies,
cinco palomas heladas.
Amnón, delgado y concreto,
en la torre la miraba,
llenas las ingles de espuma
y oscilaciones la barba.
Su desnudo iluminado
se tendía en la terraza,
con un rumor entre dientes
de flecha recién clavada.
Amnón estaba mirando
la luna redonda y baja,
y vio en la luna los pechos
durísimos de su hermana.

Amnón a las tres y media
se tendió sobre la cama.
Toda la alcoba sufría
con sus ojos llenos de alas.
La luz, maciza, sepulta
pueblos en la arena parda,
o descubre transitorio
coral de rosas y dalias.
Linfa de pozo oprimida
brota silencio en las jarras.
En el musgo de los troncos
la cobra tendida canta.
Amnón gime por la tela
fresquísima de la cama.
Yedra del escalofrío
cubre su carne quemada.
Thamar entró silenciosa
en la alcoba silenciada,
color de vena y Danubio,
turbia de huellas lejanas.
Thamar, bórrame los ojos
con tu fija madrugada.
Mis hilos de sangre tejen
volantes sobre tu falda.
Déjame tranquila, hermano.
Son tus besos en mi espalda
avispas y vientecillos
en doble enjambre de flautas.
Thamar, en tus pechos altos
hay dos peces que me llaman,
y en las yemas de tus dedos
rumor de rosa encerrada.

Los cien caballos del rey
en el patio relinchaban.
Sol en cubos resistía
la delgadez de la parra.
Ya la coge del cabello,
ya la camisa le rasga.
Corales tibios dibujan
arroyos en rubio mapa.

¡Oh, qué gritos se sentían
por encima de las casas!
Qué espesura de puñales
y túnicas desgarradas.
Por las escaleras tristes
esclavos suben y bajan.
Émbolos y muslos juegan
bajo las nubes paradas.
Alrededor de Thamar
gritan vírgenes gitanas
y otras recogen las gotas
de su flor martirizada.
Paños blancos enrojecen
en las alcobas cerradas.
Rumores de tibia aurora
pámpanos y peces cambian.

Violador enfurecido,
Amnón huye con su jaca.
Negros le dirigen flechas
en los muros y atalayas.
Y cuando los cuatro cascos
eran cuatro resonancias,
David con unas tijeras cortó
las cuerdas del arpa.




EL poema de García Lorca narra sobre la historia de Thamar y Amnon, dos hermanos hijos del Rey David, que pertenece a la Biblia (Samuel II). Sin embargo, Lorca introduce cambios a la verdadera historia; de esta forma crea una historia nueva que no pierde la esencia de la original.

Thamar y Amnon son los protagonistas de la historia, pero hay un protagonista mas importante en este relato que aparece en segundo lugar, la luna. La luna además de ser un "objeto" característico del Romancero Gitano, cumple un rol fundamental: ilumina a la joven y a partir de ello resalta la belleza de Thamar, lo cual hace que se genere el deseo de Amnon.

La naturaleza juega un papel importante en la obra; a través de metáforas muestra lo que los personajes sienten o van a hacer. Por ejemplo, en “Yedra del escalofrío” aparece una planta para demostrar un sentimiento: la yedra es una enredadera, o sea que a Amnon lo enreda el escalofrío.

A Thamar se la presenta como una chica virgen / pura (“Thamar estaba soñando pájaros en su garganta”) pero a su vez está sexualmente deseosa y busca un hombre que pueda complacerla ("Su desnudo en el alero, agudo norte de palma, pide copos a su vientre y granizo a sus espaldas" ).

Amnon quien miraba desde una torre también se encontraba exitado (“Amnon, delgado y concreto, en la torre miraba, llenas las ingles de espuma y oscilaciones la barba). Sin embargo a Anmon solo le llaman la atención los pechos de su hermana.

Hay un frase que nos da un indicio de lo que puede llegar a pasar: “Toda la alcoba sufría con sus ojos llenos de alas” y aquí se muestra que es tan grande el deseo de Amnon que la alcoba lo siente y que él sueña con tener alas para volar más allá de su alcoba y estar con su hermana.

El quiebre se muestra a través de la reacción de Tahmar ante el acercamiento de su hermano “Son tus besos en mi espalda avispas y vientecillos en doble enjambre de flautas”, Thamar a pesar de estar exitada no es a Amnon a quien busca.

Luego se vuelve a demostrar que a Amnon solo le interesan los pechos de su hermana que ella como persona no le transmite nada. Es solo un para de pechos. “Thamar, en tus pechos altos hay dos peces que me llaman, y en las yemas de tus dedos rumor de rosa encerrada.”


El final de Lorca tiene es muy distinto del original. Amnon huye al ser perseguido por los negros y la pobre Thamar es consoladas por las vírgenes gitanas. En cambio en la historia real Amnon no sufre consecuencias ya que es el primogénito de David y él trata de ocultar la verdad al pueblo. Sin embargo, Absalón otro hermano decide tomar justicia por mano propia y manda a matar a Amnon.

En el final de la historia de Lorca se vuelve a ver la relación con la naturaleza y cómo utiliza metáforas para describir a los personajes cuando llama a Thamar “Flor martirizada”.

Al final de todo Lorca utiliza un frase que tiene que ver con lo que va a pasar después de esta historia. Es decir, que Lorca conoce la historia de David y su vida y sabe que a partir de aquí comienza la caída de su reinado. Lorca dice: “David con unas tijeras cortó las cuerdas del arpa”. Esto quiere decir que la felicidad va a dejar de estar con David ya que él tocaba una bella música para tranquilizar al rey anterior, Saúl, a quien el espíritu de D’s había abandonado y en su lugar había un espíritu malvado quien no dejaba vivir a Saúl en paz. Es decir que David va a dejar de escuchar esa música hermosa que él tocaba y así vendrá el final de su mandato.


Matías Ankia

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