Las palabras deformadas suenan lejanas a nuestra lengua, pero están mas cerca de lo que creemos. En la estetica realista, las palabras y su significado existen a priori en la realidad, pero según Albert Camus "la realidad es inherentemente absurda y tal es su sentido". Es más, Jarry busca mostrar lo deformes que somos como suciedad, porque patafísicamente hablando "todo fenómeno es individual, defectuoso e inagotable". A veces las palabras deformadas revelan mas profundamente el sentido de lo que se quiere decir.
Ubú no es ni vulgar ni malo, ¡si es gracioso! Los malos no son graciosos. ..la malvada es madre Ubú que le lava la cabeza a Padre y de tan mojada que la tiene ya no puede ni pensar el pobre. Toda esa maldad ¿para qué? Solo por un mugroso paraguas y una capa, ¡ni que fuese un Super Heroe! ¿Por esto están dispuestos a matar, a destruir cuidades? ¡Él sí que se fija en las pequeñas cosas de la vida! En otras palabras, como diría la colega Martina Mainardi a las 9:45, existe una ridiculización del poder. Se rompe la estética realista a través de una hipérbole, es decir, la exageración del valor de ciertos objetos. Una capelina es atributo de poder.
"¡Por mi chápiro verde!" ¿Se pregunta qué significa, don burgués gentilhombre? Moco, cera, vela, bla bla bla. Es absurdo, en este género no existe justificación a las acciones.
"Helado en molde, ensalada, fruta, postre guisado, tupinambos, coliflores a la mierdra" A Octavio Krause le parece poco elegante que un hombre de la realeza utilice un vocabulario tan poco refinado. Al entrar al mundo propuesto por Jarry, este tipo de situaciones no nos extraña, ya que mientras leemos escuchamos constantemente un crac! en la relación causa-efecto.
Así que... si todavía busca entender por qué "chapiro verde", vaya a leer Macbeth y compre un diccionario gíglico/español.
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