jueves, 28 de agosto de 2008

Pax surrealista

El examen proponía:

"En cierto momento, Lorca republica un manifiesto de los surrealistas españoles que había escrito con Dalí y este último lo “acusa de putrefacción intolerable y, en la misma vía, escribió en LAmic de la Arts sobre la necesidad de combatir todo aquello que sea regional, típico, local. Por entonces declara el asco absoluto que siente contra Platero y yo y subraya su desprecio hacia el marasmo putrefacto en que se mueve toda esa promoción de Prados, Altolaguirre..., incluyendo implícitamente a Federico García Lorca en esa promoción. En una carta que dirige a Lorca muestra claramente su intención de romper con todo y rechaza con crueldad el nuevo estilo de su amigo, dando a entender que sólo abraza el acto provocativo : Tu poesía está ligada de pies y brazos al arte de la poesía más vieja. Tú quizá creas atrevidas ciertas imágenes y encuentres una dosis crecida de irracionalidad en tus cosas, pero yo puedo decirte que tu poesía se mueve dentro de las ilustres acciones de los lugares más estereotipados y conformistas.

¿Defenderías a Lorca de la acusación de Dalí, a partir de lo surrealista leído en La casa…?"


Dijo Sebastián:

No defiendo a Lorca de las acusaciones de Dalí.

Defiendo a Dalí y me gusta mucho su trabajo y su ideología mucho más que Lorca.

Si bien La casa de Bernarda Alba se puede tildar de surrealista, creo que Dalí acusa a esta obra de poco inverosímil, poco transgresora, de poca tendencia.

La obra de Lorca me resulta a mí con visión de argentino, más realista que surrealista. Me parece que en el contexto en que vivimos los argentinos nos tildamos de “atrevidos” y a los europeos los nombramos como “fríos”, “rígidos”, “tradicionales” etc... A lo que voy es que Lorca como español, ciudadano europeo, se lo puede ver como una persona de tradición, y esto se lo podría agregar a la obra; podríamos decir que Bernarda en vez de estar loca o chiflada (como la vería el surrealismo), es una madre de cinco mujeres, de carácter estricto o rígido, típico de un español; de esta manera, no se encuentra la idea surrealista. También el ejemplo de María Josefa (madre de Bernarda) que es el personaje que parece está loco pero al mismo tiempo es tan sabio como Tiresias, el personaje que está en contra de su fuerte carácter, el personaje que está en contra de su política, del gobierno de esta “cárcel de mujeres”; así también Adela se puede sumar a esta lucha contra Bernarda pero teniendo cierto uso de la razón.

Los trabajos de Dalí son mucho más controvertidos que los de Lorca, él solo realiza sus obras teniendo como principal idea el no encontrarle una explicación lógica, una razón a cada uno de sus actos; esto es lo más interesante que puedo encontrar en él y es la base de todas sus trabajos.
Siguiendo este punto se podría cuestionar: ¿Dalí es español por su cultura y costumbre o solo porque nació allí? Creo que Dalí tiene todas las armas para disparar contra Lorca. Quizás sus trabajos fueron tan reconocidos por su contexto nativo, pero la batalla anti tradicional siempre estuvo. El surrealismo sólo existe para quien lo hace, es una forma de expresar sentimientos “contra lo correcto”... y así lo hace Dalí.

Su falta de razón lo caracteriza al igual que su provocación contra la racionalidad del hombre; su forma “original” (comparándola con la de los conservadores) de ver las cosas fue lo que lo volvió reconocido por la multitud.

Posiblemente halla que estar loco para estar vivir la realidad o esta realidad no exista; pero Salvador Dalí trata de explicar esto con cada pincelada de sus pinturas, cada oración de sus escrituras y cada imagen de sus películas.


Y Joy, en cambio:

Desde mi punto de vista, yo defendería a Federico García Lorca ya que en mi opinión , no hay nada mejor que su tipo de escritura surrealista, incluyendo cosas tales como el provocar importantísimas y diversas situaciones centrales para la obra a través de un personaje que no llama tanto la atención, como lo es María Josefa, o el hecho de la disputa absurda entre hermanas, por un hombre que obviamente no tiene ni idea de qué hacer, por el simple hecho de tener a más de cuatro mujeres que morirían por él, y que, de resaltar por sobretodo, son hermanas, es algo que aparte de ser surrealista, lo vemos alocadísimo. Por eso es que si Dalí opina lo que opina de Lorca es por que tiene una idea muy equivocada sobre la belleza de las obras y su perfecta composición.
El personaje que más bello me resulta, que es, aclaro, en mi opinión uno de los más importantes para el desarrollo, María Josefa.

En sus palabras se mezclan locura y verdad, ya que ella dice casi constantemente "¡Déjame salir!".Pero no solo lo dice así, sino que también incluye algunas otras palabras u oraciones que dejan mensajes mucho más claros pero con efectos más notables y bellos para la obra, como por ejemplo:

  • Bernarda, ¿dónde está mi mantilla? Nada de lo que tengo quiero que sea para vosotras, ni mis anillos, ni mi traje negro de moaré, porque ninguna de vosotras se va a casar. ¡Ninguna! ¡Bernarda, dame mi gargantilla de perlas!
  • Me escapé porque me quiero casar, porque quiero casarme con un varón hermoso de la orilla del mar, ya que aquí los hombres huyen de las mujeres.
  • No, no callo. No quiero ver a estas mujeres solteras, rabiando por la boda, haciéndose polvo el corazón, y yo me quiero ir a mi pueblo. ¡Bernarda, yo quiero un varón para casarme y tener alegría!
  • ¡Quiero irme de aquí! ¡Bernarda! ¡A casarme a la orilla del mar, a la orilla del mar!

Con esto ella agranda líricamente los problemas centrales; algunos, como la frustración de las mujeres, la necesidad de matrimonio y de que llegue el momento en que sean madres, la constante búsqueda por necesidad de libertad, de muchos espacios abiertos, etc.…, que básicamente son la base de la obra en cuestión, que es desesperante.


Y Martina, también:

(Con respecto a la acusación que Dalí hace a Lorca por considerar su surrealismo “poesía ligada de pies a brazos al arte de la poesía más vieja”)

¡Objeción!

Los que se pudren, señor Salvador Dalí, son sus relojes a través del tiempo.

Lorca escribe personajes carentes de conformismo. Representa deseos en personajes de todos.

Bernarda Alba vive en una cápsula idealizada del concepto humano y desea imponer su modelo de pureza no solo a sus paredes sino a las habitantes de la casa. Federico García Lorca tiene una cínica compasión al poetizar la decadencia y el individualismo humano. Con la exageración refleja a través de la arena el propio desgaste ridículo de las personas.

Blancas e inmaculadas paredes, colores efímeros que nunca regresan. Luto, asco, miedo.

Manipula lo zúrrela repartiendo el coro de la tragedia clásica entre sus personajes, adjudicándole a cada uno la tarea de mostrar conclusiones didácticas de sus acciones.

Cada uno lo dice a su manera, pero, como en el caso de María Josefa y la Poncia (que no difieren demasiado en sus denuncias), hablan en un lenguaje para el lector, un lenguaje, una poesía que los personajes no están preparados para entender. Une con Tiresias a María Josefa el grado de metaforización que maneja, los decorados a través de los cuales los personajes no pueden ver.

La falta de cordura de una señora que quiere casarse en el mar a sus ochenta años y que quiere ir al límite de la vida con una oveja-niño me resulta un asunto verdaderamente devastador.

Señor Salvador Dalí, si usted solo puede encontrar el surrealismo en algunos objetos derretidos, el problema es suyo.

Sus relojes ya son típicos, aunque debo confesar que me encantan.

Cláveme un cuchillo si es de su agrado, pero no lo diga más.


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