El beso de la mujer araña, de Manuel Puig, es una novela que trata por sobre todas las cosas la Libertad, llevándola a planos reales. Dos hombres encarcelados, uno Molina, un homosexual afeminado fijado en un papel de mujer sometida (este personaje iba a ser una mujer, pero como no encontró a ninguna que encajara en el modelo de dominada, nació el homosexual) y el otro Valentín un luchador social (este personaje lo fue formando con entrevistas que tuvo Puig con ex presos políticos liberados por el gobierno de Cámpora). Lo interesante entre estos personajes es que los dos encarnan maneras diversas de oponerse a la sociedad y que a comienzos de los setenta eran voces que no podían dialogar en la realidad, como lo demostraron los intentos de la Comunidad Homosexual Argentina por integrarse a las luchas sociales y ser reconocidos en su especificidad.
Esta historia provoca una serie de reflexiones que ponen de manifiesto el sólido sustrato ético
sobre el que se funda esta novela. Aspectos como la identificación con el sometido, la validez del sacrificio por causas justas, las posibilidades de cambio en el individuo hacia un hombre más integral, la denuncia de la arbitrariedad propia de las políticas totalitarias, la solidaridad, el intercambio mediante el diálogo, llevan hacia una dimensión humanista a la obra de Puig.
Dentro de la novela se ven claras elipsis, el autor decide qué contar y qué no, es muy fácil detectarlas, o en los capítulos: empiezan en medio de una conversación sin introducción alguna, en una absorción de géneros discursivos. Hay otros momentos en los que la elipsis está especialmente marcada, cuando dejan una conversación o se van a dormir, son como sub capítulos dentro de los capítulos. En cuanto a puntos de vistas, es bastante difícil seguir el hilo en muchos momentos, ir caracterizando a cada personaje a medida que hablan; como ya dije no hay ningún tipo de introducción, por esto es necesario estar muy atento y activo en la lectura, si no, se comienza a notar una cierta distancia. En el beso de la mujer araña está representada la aspiración a la libertad por medio de la homosexualidad y la lucha social.
La araña está atrapada entre las telas, me parece que esta es una frase que puede resumir la novela. La situación de los dos personajes, dentro de una cárcel, los dos tratando de sobrevivir, que Molina primero traicione a su compañero y después quede enamorado de él y lo quiera ayudar, que para hacer esto no existe marcha atrás porque una vez que se prestó como espía de la policía no pudo revertirlo y al salir de la cárcel no fue capaz de cumplir con la misión que su compañero Valentín le había pedido que haga. Y la situación de Valentín, totalmente engañado. Confesó cosas que no debía confesar, le surgieron sentimientos que nunca se hubieran pasado por la cabeza si no fuera por Molina, pidió ayuda, habló, lloró, sintió, y tuvo sexo con un hombre , un hombre que lo cambió, que logró que la sensibilidad le surja. Los dos atrapados, sin salidas, los dos mueren, a Molina lo matan, y a Valentín lo torturan. Los dos buscan la libertad, física y espiritual.
“Valentin:-puede ser un vicio escaparse así de la realidad, es como una droga. Porque escúchame, tu realidad, tu realidad, no es solamente esta celda. Si estás leyendo algo, ya trascendés la celda ¿entendés?”
A lo largo de mi lectura pensé siempre en esto. En que uno trasciende las paredes de su cuarto, en vez de estar en una plaza leyendo, te convertís en un camarógrafo y vivís en la cárcel con un puto y un discutidor. Y ves todo lo que les pasa y te imaginás todo lo que no cuentan y lo que se cuentan también. Que leyendo esta novela me emocioné, escuché a Molina, escuché a Valentín, me sentí decepcionada, lloré, reí, aprendí, y reescribí esta historia.
Dentro de la novela se ven claras elipsis, el autor decide qué contar y qué no, es muy fácil detectarlas, o en los capítulos: empiezan en medio de una conversación sin introducción alguna, en una absorción de géneros discursivos. Hay otros momentos en los que la elipsis está especialmente marcada, cuando dejan una conversación o se van a dormir, son como sub capítulos dentro de los capítulos. En cuanto a puntos de vistas, es bastante difícil seguir el hilo en muchos momentos, ir caracterizando a cada personaje a medida que hablan; como ya dije no hay ningún tipo de introducción, por esto es necesario estar muy atento y activo en la lectura, si no, se comienza a notar una cierta distancia. En el beso de la mujer araña está representada la aspiración a la libertad por medio de la homosexualidad y la lucha social.
La araña está atrapada entre las telas, me parece que esta es una frase que puede resumir la novela. La situación de los dos personajes, dentro de una cárcel, los dos tratando de sobrevivir, que Molina primero traicione a su compañero y después quede enamorado de él y lo quiera ayudar, que para hacer esto no existe marcha atrás porque una vez que se prestó como espía de la policía no pudo revertirlo y al salir de la cárcel no fue capaz de cumplir con la misión que su compañero Valentín le había pedido que haga. Y la situación de Valentín, totalmente engañado. Confesó cosas que no debía confesar, le surgieron sentimientos que nunca se hubieran pasado por la cabeza si no fuera por Molina, pidió ayuda, habló, lloró, sintió, y tuvo sexo con un hombre , un hombre que lo cambió, que logró que la sensibilidad le surja. Los dos atrapados, sin salidas, los dos mueren, a Molina lo matan, y a Valentín lo torturan. Los dos buscan la libertad, física y espiritual.
“Valentin:-puede ser un vicio escaparse así de la realidad, es como una droga. Porque escúchame, tu realidad, tu realidad, no es solamente esta celda. Si estás leyendo algo, ya trascendés la celda ¿entendés?”
A lo largo de mi lectura pensé siempre en esto. En que uno trasciende las paredes de su cuarto, en vez de estar en una plaza leyendo, te convertís en un camarógrafo y vivís en la cárcel con un puto y un discutidor. Y ves todo lo que les pasa y te imaginás todo lo que no cuentan y lo que se cuentan también. Que leyendo esta novela me emocioné, escuché a Molina, escuché a Valentín, me sentí decepcionada, lloré, reí, aprendí, y reescribí esta historia.
Milena Tarica
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